¿Qué Ver? Monumentos Religiosos Iglesia Santa María
En la Plaza principal de Yébenes de Toledo se levanta la iglesia de Santa María que ha sido el resultado de un devenir de siglos de construcción, con sucesivas reformas y añadidos desde el S. XV al S.XVIII, por lo que es muy difícil que este edificio perteneciera a un solo estilo artístico.
Se ha considerado como la joya de la corona y ecléctica en estilo, aunque predomina la tradición mudéjar reflejada en el zócalo de sillar de granito con fábrica de ladrillo y mampostería y donde se aprecian restos de la antigua torre de estilo mudéjar, siendo una torre cuadrada con un cuerpo alto de campanas de ladrillo, compuesta de cuatro huecos o ventanas y en ellos dos campanas, una con la inscripción cueta me fecit y otra más voluminosa, que realizó el Maestro campanero Tomás Gargollo, pesaba nueve arrobas y cuyo importe ascendió a 18.360 maravedís. Contiene una carraca para tocar a los oficios de Jueves y Viernes Santos.
Dos portadas dan el acceso al templo, la sur sobre gradas, presenta arco de medio punto de ladrillo y sobre ella una hornacina de pilastras, rematada con un frontón triangular; la del oeste contiene una falsa fachada de estilo clasicista compuesta por un friso recorrido de pequeñas pilastras con un cuerpo superior que contiene hornacina y frontón semicircular. Destacan el volumen del ábside circular y de la sacristía de tres plantas con algunos huecos enrejados.
Entramos en el templo y se respira aire clasicista aunque predomine el estilo barroco, con una imaginativa composición sobre una planta de cruz latina en cuyo crucero se alza majestuosa la cúpula, rematada con linterna.
La nave está dividida en tres tramos por pilastras de inspiración corintia, junto con un friso decorado y una cornisa. Se cubre la nave central con bóveda de cañón con lunetos en cada tramo y decoración geométrica. En el fondo se sitúa el coro y la Capilla Mayor tiene un primer espacio rectangular, cubierto por cañón y en el cabecero semicircular se encuentra un magnífico retablo que, según varios estudiosos, es el más bello ejemplar rococó de la provincia.
El retablo se talló en madera sin policromar por Diego Martínez de Arce, concluido en 1770, situando en él figuras policromadas, imaginería del S.XVIII, con un Cristo crucificado en la parte superior y en la parte central, la Asunción y una presentación de la Trinidad.
Los fondos artísticos situados en la Sacristía se pintaron entre los siglos S.XVI y XVIII, respondiendo a movimientos artísticos del momento: Renacimiento, Barroco y Rococó. Un maravilloso tesoro parroquial que proporciona esta suntuosa colección de pintura religiosa.
Los cuadros más destacados son los Desposorios de la Virgen, obra anónima, atribuido al círculo de Rubens, pintor flamenco barroco, al igual que la Nave Eucarística, del pintor mariano y de bodegones, Alejandro Loarte.
Las piezas de orfebrería que contiene esta estancia son de un alto valor artístico, elaboradas por los más prestigiosos plateros toledanos.
Un cuadro La nave Eucarística de Loarte es lo que nos queda de los Mercedarios. Este cuadro que se conserva en la Parroquia de Santa María está considerado una joya artística de origen mercedario. Seguramente pintado en el año de 1624, momento que tiene lugar la implantación de los mercedarios en Yébenes de San Juan, su autor fue Loarte, un famoso pintor de bodegones nacido en Toledo (hacia 1600 y muerto en 1626), quien a pesar de su corta vida desarrolló una intensa labor artística.
La obra representa una nave, propiedad del divino mercader, que lleva un cargamento de pan para distribuirlo por medio de Sagradas Formas a aquellos que por su fe se mantuvieran sobre las aguas. Es una clara simbología de la Eucaristía.
Apreciamos en la fachada del templo, dos placas conmemorativas, una dedicada a Fray Diego de Soria y otra a D. Domingo Moraleda, dos personas insignes de nuestra localidad, que vivieron en tiempos y épocas diferentes. Tanto uno como otro tienen dedicada sendas calles, una que se inicia aquí mismo en la plaza y la otra, contigua a esta.