El agua, tan importante para la existencia de vida, ha marcado la evolución del ser humano durante toda su historia. El abastecimiento de agua ha sido (y es) una de las preocupaciones más básicas para cualquier comunidad humana, llegando al punto de ser un condicionante primordial para la creación de una población en una región determinada. 

 

ACUEDUCTO

Son muchas y variadas las construcciones que el ser humano ha levantado para aprovechar un recurso tan vital como el agua, pero sin lugar a dudas son los acueductos romanos los ejemplos más reconocidos por todos. Dentro del término de Los Yébenes se conservan los restos de unos de estos acueductos de época romana, cuya datación se sitúa entre los siglos I y II d.C. Este acueducto recogía las aguas de Fuente Aceda y otros pequeños arroyos que descendían de las estribaciones monteñas para, seguidamente, transportarla hasta la ciudad romana de Consabura (Consuegra) a través de canalizaciones a ras de suelo o de arcadas a lo largo de unos 24 kilómetros de distancia.

A pesar de su magnitud, el paso del tiempo y la mano del hombre han ido borrando los restos más visibles de esta obra de ingeniería; aunque si nos fijamos con atención son visibles sus cimientos durante varios kilómetros. No obstante, en el paraje conocido como Los Peleches (también en el término de Los Yébenes) aún se conservan siete grandes arcadas que constituyen, junto a la presa romana de Consuegra, la prueba más evidente y mejor conservada de este acueducto. Paradójicamente estas arcadas han sobrevivido gracias a que fueron aprovechadas como muro para una casa de labranza en el mencionado paraje. Aunque este caserío es propiedad particular, dos de las arcadas son visibles desde el exterior.

 

PUENTES HISTÓRICOS EN LOS YÉBENES

Cuando un curso de agua constituye un obstáculo para una vía de comunicación, el ser humano ha recurrido a la construcción de puentes para solventar estos impedimentos. Dentro del término de Los Yébenes, donde confluyen varias vías de comunicación muy utilizadas durante varios siglos (vías pecuarias, Camino Real de Sevilla...), pueden encontrarse una serie de puentes de épocas variadas.

Uno de los ejemplos más significativos es el Puente de Guadalerzas, el cual permite salvar el río Bracea en uno de los parajes naturales más bellos y singulares de la localidad: Las Guadalerzas. Este puente da acceso a la colina sobre la que se erige el castillo de la Guadalerzas, uno de los elementos más importantes del Patrimonio Históricos yebenoso y el recuerdo más fehaciente de la grandeza e importancia que en otra época tuvo la Encomienda de Los Yébenes, en época medieval pero sobre todo en la Edad Moderna.

Más hacia el norte, junto a la actual N-401, están situados los restos del antiguuo Puente de San Andrés, el cual permitía transitar por el antiguo Camino Real de Sevilla salvando la cuenca del río Algodor. Este puente, situado en el centro del valle del Algodor (varios kilómetros al sur del núcleo urbano), fue testigo de las constantes idas y venidas de comerciantes, militares, religiosos y viajeros de todo tipo que transitaban por este Camino Real de Sevilla que, durante siglos, fue una de las principales vías de comunicación entre el centro y el sur de la Península Ibérica. Tan estratégica situación también contribuyó a que fuese escenario de un enfrentamiento armado durante la Guerra de la Indepencia, en la conocida como Acción de San Andrés (1813), donde doscientos infantes y ciento veinte jinetes españoles resistieron sobre el puente las acometidas de un contingente de caballería francesa numéricamente muy superior (ochocientos húsares y dragones del ejército napoleónico).

Aunque el río Algodor no destaca por su caudal sí que se han producido importantes riadas en diferentes épocas, algunas de las cuales llegaron incluso a deteriorar seriamente la infraestructura del puente de San Andrés. Debido a esto, a principios del siglo XX se levantó un nuevo puente en el mismo emplazamiento (por donde actualmente cruza la N-401 sobre el río) justo al lado del antiguo, el cual quedó abandonado y del que hoy día sólo se conservan sus cimientos.

Ya en la sierra de Yébenes, al norte del término municipal, se conservan diversos puentes en el puerto que nos indican las variaciones que la trayectoria  del antiguo Camino Real de Sevilla ha tenido a su paso por la sierra. Se trata de una serie de construcciones de diversa cronología que permitían salvar los cauces de varios arroyos que descienden por la empinada ladera de la sierra hasta el valle; a su vez, su presencia nos recuerda la importancia que esta vía de comunicación tuvo en épocas pasadas, rememorando los tiempos en que esta localidad era zona de paso obligado para viajar entre el centro y el sur de la Península.